miércoles, 10 de febrero de 2016

Tango

Hola! Después de este parón por carnaval, vamos a seguir con los bailes, que es lo que nos interesa... 
y hoy un baile, para mi de los mas sensuales, el tango. 

Primero os quiero hablar un poco sobre su historia:




El tango se origina en las últimas décadas del siglo XIX, en los bailes prostibularios del Rio de la Plata, siendo los arrabales de Buenos Aires donde más evolucionará. En estos lugares, se producían bailes prostibularios con la intención de atraer con la música a los clientes, y calentarles con el baile. Se bailaban polcas, mazurcas, valses, etc. y también otros ritmos autóctonos, como la milonga campera. Realmente se bailaba lo mismo en los bailes decentes, pero se hacía con un estilo diferente, característico del ambiente prostibulario. Había mucho más roce entre los cuerpos, y el alcohol y el afán de notoriedad estaban siempre presentes. Cuando algunos bailarines comienzan a realizar adornos y firuletes, cambios de sentido espectaculares, o paradas en posturas novedosas, empiezan sin saberlo, a crear un nuevo baile.
Cortes y quebradas son las principales figuras de estos primitivos tangos. De hecho, en sus comienzos, se decía bailar "a puro corte", o bailar "con cortes", para referirse a bailar el tango.
Buenos Aires sería la ciudad en donde este estilo se desarrolla más rápido, posiblemente debido a dos factores. La gran proliferación de la prostitución debida a la inmigración, y el carácter exhibicionista y ególatra del nativo porteño de los barrios marginales, que buscaba elementos de diferenciación e identificación social.
En sus primeras décadas, el tango fue un baile repudiado por la sociedad bonaerense y prohibido en todos los bailes decentes, aunque esto no impidió que su mala fama creciese.
A principios de siglo, el tango es presentado a las clases altas de la entonces esnobista sociedad parisina, que quedaría prendada por su exotismo y su ambiente malevo. El éxito del tango se extendía por toda Europa, y llegó a la mismísima Argentina, en donde el antes denostado tango, sería ahora acogido con orgullo, e incluso se convertiría en símbolo patrio.
Al entrar en Europa, a través de los salones de las clases más acomodadas, el tango incorpora la elegancia y el glamur que todavía hoy tiene.
En los años treinta, con la difusión del tango canción por el cantante Carlos Gardel, el tango alcanza su máximo esplendor. Después de la segunda guerra mundial, los nuevos ritmos norteamericanos se van imponiendo en todo el mundo. 

Y después de esta pequeña "clase de historia" me voy a centrar en la danza:


Hay dos formas de entender el tango, como un caminar al que se le intercalan pasos, elementos, y figuras, o también como un paso base al que se le intercalan figuras. En el primer caso, nos dará un baile de desplazamiento lento por el borde de la pista, mientras que en el segundo, el desplazamiento será aleatorio y discontinuo. Al primer estilo se le puede llamar "tango caminado" y es el habitual en las salas de tango o milongas. El segundo sería un "tango de salón", y es el habitual en las salas de baile de salón. Según se va avanzado en el aprendizaje, ambas formas van confluyendo en una misma forma de bailar.
El elemento más importante del baile son los ochos, que pueden ser hacia adelante, o hacia atrás, y que son realizados mayormente por las mujeres. La correcta realización de estos ochos requiere algo de práctica, pero es básica para conseguir bailar con un buen estilo.
El agarre en la caminada es un abrazo con mucho contacto, que puede abrirse para la realización de figuras complejas. Manejar la distancia entre bailarines es importante, porque esta es variable.
Se suele bailar con el compás 2x4, es decir, con un paso por pulsación fuerte. Pero la música tiene muchas síncopas y cambios rítmicos, que provocan cambios e improvisaciones en el ritmo del baile. El ritmo es, en general, bastante lento. Según se va conociendo el baile, uno puede atreverse a bailar con doble velocidad en algunas partes del baile. Además, también se pueden hacer paradas en momentos en que la música las sugiera. El resultado es un baile creativo, variado, y pasional.
Es un baile que muchos creen que es difícil, y no es así. Lo que ocurre es que su coreografía es casi infinita, con lo que puedes estar aprendiendo toda la vida, pero bailarlo de forma sencilla es posible con pocas clases y un poco de práctica con los ochos.
Una vez se tienen los conceptos y los pasos básicos, se pueden ir introduciendo elementos y figuras cada vez más complejas, que irán dando al baile mayor vistosidad y espectacularidad.
Hay que rendir tributo a los creadores del tango, porque nos han dado un baile completamente diferente a todos los demás, con una riqueza coreográfica que no tiene ningún otro baile.


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